Tratándose de salud, los remedios naturales más simples y efectivos, suelen pasarse por alto en favor de métodos más rápidos y efectivos como los medicamentos sintéticos y los tratamientos artificiales. Sin embargo, es importante destacar que entre ellos que la luz solar es verdaderamente un alimento para nuestro cuerpo y mente.
Una iluminación deficiente puede causar efectos similares a una mala alimentación, como palidez, apatía, depresión, reducción de la energía vital y debilitamiento del sistema inmunológico, además de propiciar el aumento de peso.
La exposición limitada a la luz solar puede desencadenar una serie de problemas en el ámbito físico, emocional y en el estilo de vida en general. Estudios científicos rigurosos demuestran el potencial terapéutico de la luz solar y su impacto en la vitalidad y la salud. Por lo tanto, es fundamental exponerse a la luz solar en los momentos y formas adecuadas.
A continuación, descubre los beneficios de una exposición regular y adecuada a la luz solar:
- Mejora la resistencia física.
- Aumenta la capacidad de atención y aprendizaje.
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Mejora la calidad de las emociones.
- Incrementa la tolerancia al estrés y la fatiga.
- Reduce la agresividad y mejora el carácter.
- Regula el apetito y el hambre compulsiva.
- Acelera la recuperación en situaciones de fatiga y enfermedad.
- Es eficaz en el tratamiento de la psoriasis mediante los rayos ultravioleta.
- Tiene un efecto preventivo contra los tumores.
- Estimula el crecimiento y desarrollo.
- Mejora la memoria, la inteligencia y la capacidad de aprendizaje.
- Reduce el colesterol en sangre.
- Aumenta los niveles de testosterona en hombres y progesterona en mujeres.
- Facilita la producción de vitamina D, esencial para la absorción de calcio y minerales.
- Actúa como germicida en casos de enfermedades infecciosas.
- Regula los ciclos de sueño y el reloj biológico.
- Mejora la circulación epidérmica y la firmeza de la piel.
- Incrementa la libido y las capacidades reproductivas.
- Mejora la circulación sanguínea y el transporte de oxígeno.
- Tiene efectos terapéuticos en artritis, reumatismos y artrosis.
- Mejora la visión.
- Reduce la dependencia de drogas y alcohol.
Es importante destacar que incluso la simple visualización de la luz solar produce efectos beneficiosos en el cuerpo, las emociones y el pensamiento. El ser humano está naturalmente diseñado para vivir en un entorno iluminado por el sol, y alcanza su máximo potencial al llevar un “estilo de vida solar” con una exposición diaria suficiente a la luz solar. Experimentos en niños de primaria han demostrado que la luz solar favorece el crecimiento, reduce las caries, aumenta la memoria, la concentración y la inteligencia.
Las características de la luz solar son distintas de las de la iluminación artificial comúnmente utilizada en hogares y oficinas. El espectro solar abarca desde rayos ultravioleta hasta el espectro visible y el infrarrojo, lo que le confiere sus propiedades curativas y energéticas únicas. La luz artificial carece de rayos ultravioleta y presenta frecuencias distorsionadas, lo que puede tener efectos negativos en diversos niveles cuando se sustituye por la luz solar durante largos períodos.
Estas enfermedades parecen estar relacionadas con un estilo de vida “poco luminoso”, pero en lugar de promover una exposición adecuada a la luz solar para restablecer el equilibrio, la medicina convencional tiende a tratar estos desequilibrios con fármacos y tratamientos químicos.
En resumen, el enfoque debería centrarse no solo en los efectos terapéuticos de la luz solar, sino en los desequilibrios causados por su ausencia. Hasta hace poco, las personas estaban más conectadas con los ciclos naturales y pasaban más tiempo al aire libre. Estadísticas indican que la prevalencia de enfermedades comunes y la depresión ha aumentado con la exposición creciente a la luz artificial en oficinas y lugares cerrados.
Existe un ciclo vicioso en el que la luz solar es esencial para una vida saludable y equilibrada, pero nuestro estilo de vida moderno a menudo no permite una exposición adecuada a la luz, lo que a su vez provoca un aumento en las enfermedades físicas y mentales. Estos desequilibrios se tratan con medicamentos químicos que, a su vez, pueden causar efectos secundarios y más desequilibrios.
Es fundamental reflexionar sobre estos aspectos y considerar cómo un estilo de vida consciente basado en la luz solar puede mejorar la salud y prevenir desequilibrios. A pesar de los avances en medicamentos, las enfermedades no han disminuido globalmente, y muchas veces se han generado nuevas enfermedades como efecto secundario de los tratamientos farmacológicos.
En lugar de centrarse únicamente en los intereses de las multinacionales, es necesario pensar en el bienestar de la comunidad y buscar formas de mejorar la calidad de vida a través de un estilo de vida solar y una exposición adecuada a la luz. La química tiene un gran poder, pero debe usarse con responsabilidad y no como un sustituto de un estilo de vida saludable.
Es esencial prestar atención a las señales que el cuerpo emite a través de las enfermedades y no ignorarlas ni tratar de suprimirlas con medicamentos. La verdadera curación implica comprender y abordar las causas subyacentes de los desequilibrios en lugar de simplemente aliviar los síntomas. Esto no significa renunciar a los tratamientos farmacológicos, sino usarlos de manera responsable y mejorar el estilo de vida para prevenir y reducir los desequilibrios.
En última instancia, el enfoque debería estar en vivir de acuerdo con la naturaleza y aprovechar los beneficios de la luz solar para mantener un equilibrio óptimo en cuerpo y mente.
